Imagen Portada: Campaña SS23 de Courrèges. Fuente IG @courreges.
Los diseñadores del siglo XX que desafiaron las normas preestablecidas con sus creaciones son los artífices de la moda tal y como la conocemos actualmente, una industria que evoluciona gracias al legado de estos creativos que transformaron la industria. Entre este listado de creativos encontramos a Courrèges, la firma que revolucionó la moda con el uso de la minifalda y una estética futurista.
Aunque existe un debate sin final sobre quién fue la primera persona en crear la mini falda, algunos hablan de Mary Quant en Reino Unido y otros de André Courrèges en Francia, el diseñador parisino fue uno de los primeros, junto a Pierre Cardin y Emanuel Ungaro, en subir el bajo de la falda en su colección ‘’Space Age’’ para sumarse a una auténtica revolución con una prenda que simbolizaba la liberación femenina y el cambio cultural en la década de 1960.
Nacido en 1923 en Pau, Francia, André Courrèges empezó su trayectoria como ingeniero civil. Tras la Segunda Guerra Mundial, el futuro diseñador se mudó a París para iniciar una actividad completamente distinta en el mundo de la moda. Fue en 1950 cuando empezó a trabajar para Cristobal Balenciaga, quien se convirtió en su mentor durante más de una década antes de que el nuevo diseñador fundara su propia firma en 1961 junto a la que sería su esposa, Coqueline Barrière, que conoció durante su tiempo en Balenciaga.
El saber hacer y la concepción de la moda para mujer de Balenciaga fue un gran punto de partida para André Courrèges, que fundó una maison pensada para desafiar el statu quo de la moda femenina de la época. Durante sus primeros años de actividad ya instauró el pantalón como una de las prendas clave para una mujer moderna y en 1965 volvió a revolucionar el mundo recortando una falda por encima de la rodilla e introduciendo así el concepto de la minifalda en la moda francesa.
La colección ‘’Space Age’’ es una de las más relevantes no solo para la historia de Courrèges sino para la moda en general, una auténtica revolución que cambió el rumbo de la moda. En la década de los 60, el mundo se encontraba en pleno avance tecnológico y la carrera espacial, un contexto que inspiró al diseñador a crear una colección futurista e innovadora con piezas geométricas y siluetas limpias mediante el uso de materiales como el PVC y una paleta de colores blanca con toques metálicos y brillantes.
Los años siguientes al gran éxito de Courrèges estuvieron repletos de propuestas innovadoras en los que se experimentaba no solo con las siluetas y el tipo de piezas sino que también con el uso de diferentes materiales. Con el neopreno y los tejidos brillantes como protagonistas, la firma francesa se sumó a la fiebre del Prêt-à-porter con propuestas simples y funcionales entre las que destacan sus populares botas, las parkas y la moda de baño. Esta visión futurista, moderna y disruptiva ganó la confianza de grandes clientas y musas como Brigitte Bardot, Audrey Hepburn o Jane Birkin.
A pesar del éxito de la firma, en la década de los 80 el fundador decidió apartarse de la dirección creativa y en 1994 terminó por vender la mayor parte de la firma a los japoneses Itokin. Aunque Coqueline Barrière intentó resurgir la firma, no fue hasta 2011 cuando Jacques Bungert y Frédéric Torloting, los nuevos dueños, decidieron emprender de nuevo la actividad.
Durante los últimos años de vida de André, que murió en París en 2016, el fundador vio el resurgir de su propia firma. Su visión disruptiva y futurista permitió que el legado del diseñador pudiera seguir vigente en un contexto totalmente distinto y enfocado a una nueva generación de jóvenes. Actualmente Courrèges es una firma de culto que está capitaneada por Nicolas Di Felice, el actual director creativo encargado de continuar con el legado de una de las firmas más relevantes para la moda.
Por Ferran Farled