Imagen Portada: Pierpaolo Piccioli posa con las modelos de uno de sus últimos desfiles. Fuente IG @pppiccioli
Este 2024 apunta a convertirse en el año con más cambios y juegos de sillas en el mundo de la moda tras conocer que Pierpaolo Piccioli abandona la dirección creativa de Valentino. Tras más de dos décadas trabajando para la casa de moda italiana, el portal especializado WWD compartía la noticia y anunciaba posibles nuevos nombres, confirmándose que Alessandro Michele, antiguo director creativo de Gucci, tomará las riendas creativas como relevo de Piccioli.
Tanto la firma como el diseñador emitieron un comunicado en el que anunciaban su salida de la dirección creativa que había liderado de forma exclusiva desde 2016 y con la que consiguió devolver a Valentino a un primer plano en el panorama internacional de la moda. En la noticia, la firma confirmó que los próximos desfiles de hombre y alta costura previstos para el próximo mes de junio quedaban cancelados ante el reciente acontecimiento y los cambios internos generados.
El rey del volumen, la explosión de color y una estética romántica se despide como director creativo de Valentino, dejando atrás una historia de más de dos décadas trabajando para la firma y continuando con el legado de su creador. Aunque durante los últimos años su trabajo consistió en liderar la visión y el diseño de la firma, el recorrido de Piccioli en Valentino empezó en la década de 1999 con la división de accesorios.
Pierpaolo Piccioli nació en Roma y estudió diseño en el Instituto Europeo di Design. Tras graduarse empezó a trabajar para Fendi donde conoció a Maria Grazia Chiuri, su fiel compañera en esta aventura. Juntos se trasladaron a finales de los 90 a Valentino para dirigir las colecciones de accesorios hasta 2008. Ese año, Garavani se retiró como director creativo de su firma homónima y tanto Piccioli como Chiuri fueron nombrados sus sucesores, que continuaron su actividad en pareja hasta que en 2016 ella se marchó a Dior y él se convirtió en único director creativo, una etapa que duraría ocho años.
Durante este tiempo Piccioli consiguió conectar con una nueva generación de jóvenes millennials con su visión elegante y sofisticada de la moda. A través de una mezcla perfecta entre el diseño de bolsos de éxito, como el Loco, o las sandalias virales con tachuelas Rockstud que enamoraron a todas las amantes de la moda, y un delicado trabajo con la sastrería, los vestidos y la alta costura, el diseñador consiguió elevar el saber hacer de la firma italiana hasta lo más alto no solo a nivel de popularidad sino con un claro aumento de las ventas.
Con cada colección, el diseñador consiguió asentar las bases de su propio estilo, enfocado al minimalismo más sofisticado mediante el foco en los detalles, las siluetas y el color. Desde las propuestas de sastrería hasta los vestidos de alfombra roja, Piccioli trabajaba con delicadeza los materiales, el patronaje y la confección, consiguiendo piezas románticas y modernas. Aunque sus propuestas siempre abogan por la simplicidad, el diseñador añadía puntos de contraste mediante el uso de tejidos en tonos vibrantes o un sofisticado trabajo con el maquillaje, siempre de la mano de Pat McGrath, que popularizó el uso de brillantes, plumas y efectos metalizados como sombra de ojos.
Más allá del diseño, Piccioli se sumó a la corriente de crear experiencias alrededor del mundo del lujo, invitando a los amantes de la moda a adentrarse en el universo Valentino. Los desfiles de la firma se volvieron auténticos espectáculos, como la presentación de su colección de invierno 2023 de alta costura en la plaza España de Roma, la inclusividad se convirtió en un eje clave para sus colecciones y el equipo que hay detrás de cada desfile empezó a salir al escenario, saludando o grabando los nombres de las costureras en los vestidos, para mostrar al público qué se esconde detrás de los diseños de Valentino.
Por Ferran Farled