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El pasado 29 de diciembre de 2022 el mundo lloraba la muerte de Vivenne Westwood a los 81 años. Muchos se preguntan por qué la diseñadora revolucionó el mundo de la moda y es que, durante más de seis décadas, Westwood cuestionó el statu quo apoderándose de la estética punk, el new wave y el activismo como vía para transgredir las normas a través del diseño.
Westwood nació en el seno de una familia humilde en un pequeño pueblo de Londres y, tras pasar por la universidad, empezó a dar clases en una escuela primaria. Contrajo matrimonio con Derek Westwood, quien le otorgó el popular apellido, pero su vida dio un giro completo cuando se divorció y conoció al que seria su segundo marido, Malcom McLaren.
El estudiante de arte fundó junto a Westwood la tienda de ropa, primero llamada Let It Rock y después Too Fast to Live, que fue el foco de atención para el movimiento punk. En 1974, la tienda adquirió el popular nombre de Sex coincidiendo con el nombramiento de McLaren como mánager de la popular y controvertida banda de música punk, Sex Pistols.
Con la anarquía, la excentricidad y la provocación por bandera, Vivenne Westwood no dejaba de ganar popularidad con sus prendas que diseñaba para la banda y las que vendía en la tienda. Entre sus primeras presentaciones destaca la colección ‘Esclavitud’ repleta de prendas con agujeros, cuero y hebillas, correas de perro y todo tipo de elementos bondage y fetichistas.
Durante la década de los 70 Westwood se convirtió en todo un referente del movimiento punk pero, tras el divorcio de McLaren, protagonizó un cambio de rumbo que la separaban de la estética más fetichista y dura para abrazar un estilo romántico y reivindicativo. En la década de los 80 la firma no dejó de captar la atención, y causar todo tipo de comentarios, con sus propuestas. Primero fue con la colección ‘Piratas’, repleta de asimetrías, volantes y estampados ecléticos y, dos años más tarde, lo volvió a hacer con ‘Nostalgia of Mud’, que incluía sujetadores por encima de las prendas y tejidos maltratados.
Los años siguientes se convirtieron en la época dorada para Westwood. Se trasladó a París para presentar sus colecciones, fue nombrada diseñadora británica del año en 1990 y consiguió que su nombre sonara por todo el mundo. Fue en aquel momento cuando aparecieron las populares faldas tipo kilt, las plataformas exageradas, los corsés y las camisetas con mensaje.
Podemos considerar a Vivenne Westwood como una de las diseñadoras con una visión más clara del futuro. Desde sus inicios, la diseñadora empezó a abordar temas que, en pleno 2023, están en el foco del diálogo mediático y social. A través de la rebeldía y una voluntad transgresora, su firma consiguió introducir en el imaginario popular nuevos debates asociados a la sexualidad, el género, la sostenibilidad y el cambio climático.
Por Ferran Farled