A través de los años, y afortunadamente de manera más reciente, la camisa ha asumido un papel de pieza clave en el armario masculino. Dados los constantes cambios en las tendencias, las camisas para hombre se han tenido que adaptar tanto a las modas como a los cuerpos de los hombres.

Esta evolución no sólo refleja los avances en las técnicas de producción de la ropa, sino también un cambio en las necesidades del mercado. Más que una prenda funcional, ahora se ha transformado en una prenda que define el estilo de cada quién.

Entre todas las opciones a las que tenemos acceso, hay algunos estilos que podemos considerar como básicos. Logrando así tener a nuestra disposición, opciones aptas para cada ocasión y que además podremos combinar dando lugar a una gran variedad de looks, sin morir en el intento. En esta breve guía, haremos un repaso de lo que consideramos son los 5 estilos básicos, pero a la vez más versátiles y las formas de llevarlos.

La camisa de vestir

La camisa de vestir encabeza la lista porque a pesar de ser el estilo más formal, es un estilo que fácilmente podemos incorporar tanto en trajes o en conjuntos más casuales, o los llamados “smart casual”. Recuerda que una camisa formal no lleva ningún bolsillo al frente, y por lo general tampoco lleva botones en el cuello. Los tipos de cuellos que veremos en este estilo son el Windsor, en punta (ya sea recto o pequeño) e incluso cuellos desmontables.

La diferencia con la camisa Oxford, menos formal, es sobre todo el corte y el acabado. Por lo general y al llevarse debajo de trajes, la camisa de vestir es más ajustada y más estructurada; un poco más corta de lo normal, pero la parte de atrás siempre es más larga.

La camisa Oxford

Esta camisa prácticamente no necesita introducción, al ser el estilo más tradicional. Se empezó a utilizar como una prenda del día a día gracias a que era cómoda y resistente. En la década de los 50s la empezaron a adoptar los estudiantes de las universidades más prestigiosas, las llamadas Ivy League, con lo cual se empezó a relacionar con un estilo más preppy.

Este estilo se puede llevar de manera más o menos casual, dependiendo de la ocasión -o de nuestro estado de ánimo-. Si combinamos la típica camisa azul con unos sencillos pantalones de algodón y la dejamos por fuera, estaremos listos para un look casual para cualquier día. Si añadimos un blazer y la llevamos por dentro del pantalón, será perfecto para una cena informal con amigos.

La camisa a cuadros

Puede ser que este estilo se relacione con un estilo más hipster, pero es una manera de incorporar un poco de color a nuestros estilismos. La camisa a cuadros puede ser la base de un look “smart casual” como de uno más relajado, y esto dependerá del material de la camisa.

Para los meses más fríos, lo ideal es optar por un material como algodón grueso, y se puede jugar llevando una camiseta debajo y alguna chaqueta por encima. Para un clima más cálido, un tejido ligero, cuadros más pequeños y un corte cómodo, serán las claves.

La camisa denim

Otro clásico, y presente en los armarios desde los inicios de 1800, fue introducida al mercado por Levi Strauss, como una prenda dirigida a los mineros. Más tarde, y con la ayuda de un sastre, se convirtió en una prenda no sólo para los trabajos más duros, sino como una pieza básica en cualquier armario masculino. Esta prenda se utiliza normalmente en outfits más casuales, y dada la facilidad que tiene para combinarse, podremos darle un toque más o menos formal.

La camisa «modern cut»

Una camisa de corte moderno o con un punto inusual también tiene cabida dentro de nuestros básicos. Nuestra sugerencia es una camisa de cuello tipo “mao”  que en los últimos años se ha renovado y se ha colado en los armarios más modernos. Generalmente asociada a la clase trabajadora de la antigua Inglaterra, el inusual cuello de esta camisa da un punto de simplicidad y sofisticación moderna a cualquier look. Además, es fácilmente combinable con cualquier pantalón casual o más formal.
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