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David Beckham es uno de los grandes referentes de estilo para la moda masculina. Junto a su mujer, la diseñadora Victoria Beckham, configuran uno de los tándems más poderosos del panorama mediático además de ser dos iconos para la moda. En las siguientes líneas analizamos la evolución de estilo de David Beckham desde su época como futbolista hasta su actual faceta de empresario.
Durante los últimos años, Beckham ha sido precursor de muchas de las tendencias que han triunfado en las calles. Entre sus fórmulas más repetidas están los conjuntos deportivos, las camisetas combinadas con vaqueros, los trajes de colores o el uso de accesorios como punto sofisticado. Con el tiempo, el exfutbolista se ha decantado por una imagen más clásica, estableciendo un diálogo entre la elegancia y un toque urbano e informal.
En la década de los 90 David Beckham representaba a la perfección el espíritu de aquella generación, un estilo que ha vuelto a dominar las tendencias de las últimas temporadas. La clave se encuentra en camisetas y jerséis de tirantes, pantalones de sastrería rectos, gafas con cristales tintados y un corte de pelo con flequillo de cortina.
Con la llegada de los populares años 2000 el exfutbolista empezó a experimentar con estilismos más arriesgados y centrados en incorporar logomanía, tejidos brillantes y múltiples accesorios. Destaca al uso de camisas satinadas abiertas y combinadas con collares, camisetas de estilo deportivo, pantalones de tiro bajo y maxi cinturones, pañuelos en la cabeza o gafas con monturas prácticamente invisibles.
De esta época rebelde pasó a un estilo más sofisticado donde verdaderamente se encuentra sus claves para un look elegante, moderno y con un toque informal. A medida que el exfutbolista ganaba más repercusión, durante su paso por Madrid y su traslado a los Estados Unidos, empezó a participar en campañas de firmas internacionales como Belstaff, Calvin Klein o Giorgio Armani. Fue entonces cuando su estilo se volvió todavía más influyente.
Para los estilismos de diario, David Beckham utiliza una simple fórmula en la que combina camisetas básicas con pantalones vaqueros o chinos. La neutralidad cromática y la sencillez de las piezas permite jugar con abrigos y gorros de lana en invierno o incorporar joyas o unas gafas de sol en verano.
Y si nos movemos al terreno más formal, el exfutbolista es un experto en sacar el máximo partido al clásico conjunto americana-pantalón. Durante el día, Beckham suele combinar camisetas blancas o jerséis de cuello alto con americanas oscuras. En el caso de las galas, ceremonias y otros eventos de noche, apuesta por los trajes clásicos con camisa y los smoking con pajarita para un resultado más sobrio.
Por Ferran Farled