El glamour invadió el teatro Dolby de Los Ángeles en la 89a. edición de los Premios Oscar. Como cada año, las celebrities más cotizadas de Hollywood se dieron cita para premiar a lo más destacado del cine estadounidense. Y aunque esta edición de los Premios de la Academia tuvieron un final algo inesperado, la alfombra roja nos ofreció mucho de qué hablar.

Con una versión de la elegancia más suave de lo que estamos acostumbrados y de alguna forma más acorde al clima político que vive actualmente el país, una gran mayoría de las actrices que asistieron este año a la gala, pisaron la red carpet más anticipada con estilismos sofisticados pero más sutiles y menos recargados que en ediciones anteriores. La selección iba desde los tonos claros, neutros y siluetas más recatadas, a los dorados y metálicos impactantes. Pocas fueron las asistentes que decidieron estilismos con vestidos de gala voluminosos y más bien exagerados que es lo que solemos ver en este tipo de eventos. No por esto la alfombra roja ha sido aburrida ni mucho menos, este nuevo acercamiento a la moda de los Oscars es digno de celebración. Una nueva era en la que el estilo no está peleado con la sencillez.

Gold stars


Los dorados y los tonos metálicos han sido protagonistas de la noche. La ganadora al Oscar a mejor actriz y reina definitiva de la noche, Emma Stone asistió a la gala enfundada en un Givenchy Haute Couture dorado hecho a medida, con una falda de flecos que fue toda una lección de dinamismo.
Jessica Biel, espectacular, así como la siempre impecable Charlize Theron y Dakota Johnson, también optaron por esta tendencia, aunque en estilos completamente diferentes.

Los blancos y los claros, protagonistas de la noche

Este año, los tonos claros se instauran como tendencia de primavera y han inspirado aún más que el omnipresente negro a la hora de elegir vestido para la Gala de los Oscar. El blanco, habitualmente relacionado con el día, fue elegido por numerosas estrellas para lucirse de noche. Una de ella fue Karlie Kloss, que deslumbró en un favorecedor vestido blanco de Stella McCartney, que enmarcaba su elegante silueta. Entre las actrices que también quisieron hacerse eco de esta tendencia destacan Chrissy Teigen, Felicity Jones, con un vestido de estilo bailarina y unos zapatos firmados por Louboutin, así como Isabelle Hupert y Naomi Harris.


Rojo fuego

El rojo es siempre una apuesta arriesgada, pero si se tiene el valor y la elección es la acertada, puede ser todo un éxito. Algunas de las actrices asistentes se atrevieron con este color, el rojo intenso, haciendo gala de la alfombra que pisaban esa noche. Ruth Negga, una de las más elegantes de la velada -si no la que más- apareció con un flamante Valentino con manga larga, encajes del mismo color y una caída fluida. Otras actrices que no dudaron en decantarse por esta tendencia fueron Ginnifer Goodwin o la también ganadora de un Oscar, Viola Davis, quienes desprendían elegancia y sofisticación.


Los hombres en los Oscars


Los looks seleccionados por los asistentes masculinos fue un guiño la elegancia clásica de los años dorados de Hollywood, a la vez que hubo quien arriesgó usando materiales como el terciopelo o trajes en color azul. Encontramos, por ejemplo, a Andrew Garfield y al presentador de esta edición de los premios, Jimmy Kimmel quienes aparecieron con pulidos diseños de Tom Ford. También vestido de esta casa, estaba una de las estrellas más aplaudidas de la noche, Justin Timberlake, quien se encargó de abrir la gala.


Por otro lado, y dentro de los que eligieron apostar por algo diferente, tenemos a Ryan Gosling, que optó por unas originales chorreras y definitivamente ganó.

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