Sin las adversidades que sufrió el personaje de ficción creado por Daniel Defoe, la belleza de un entorno tropical, el contacto pleno con una naturaleza y los saludables beneficios del barefoot walking conforman una icónica imagen del paraíso terrenal.

 

Bermudas, polos, camisas, bañadores y gafas de sol es todo el equipaje que necesitas para estos destinos, en los que la privacidad completa y, por tanto, la probabilidad de toparse con conocidos es nula.

Para que el sueño de una ‘isla desierta’ tenga un feliz final, es indispensable el respaldo de unos servicios de calidad excepcional, aparentemente invisibles en ese marco salvaje. Esta condición inhabilita la opción de la mayor parte de las islas privadas en alquiler. En el otro extremo, algunos de los resorts de mayor prestigio del planeta, con una gastronomía del máximo nivel y unos servicios impecables no proporcionan la privacidad indispensable para que la experiencia sea completa. Pero existen, afortunadamente, resorts privados especializados en el llamado ‘lujo descalzo’ en los que sus huéspedes pueden desconectar a la perfección de su día a día, manteniendo un riguroso cuidado del entorno natural.

NORTH ISLAND 

Situado en la isla granítica del norte de las Seychelles, puede presumir de haber creado el barefoot luxury más auténtico. North Island es a la vez un ejemplo modélico de utilización ecológicamente sostenible del entorno natural. Cuando la isla fue abandonada en los años 70 como consecuencia de la caída de la industria cocotera, se pusieron en peligro la continuidad de muchas especies de flora y fauna local. El proyecto hotelero nació con una filosofía basada en la recuperación del medio ambiente original, mediante tareas en las que pueden participar los huéspedes que lo deseen.

Los dos kilómetros de largo de la isla son suficientes para garantizar la privacidad a los huéspedes de cualquiera de las 11 villas independientes de 450 metros cuadrados situadas junto al mar. En su ubicación se tuvo especial cuidado en preservar su intimidad completa, por ello se encuentran ‘secretamente’ escondidas en el bosque Tekamak encaradas al mar.

Cada una de las villas dispone de dos dormitorios, uno principal –amplio, con un vestidor y baño contiguo con bañera de mármol y una ducha interior y otra exterior– y un segundo dormitorio, que en el caso de no viajar con niños se puede convertir en un estudio.

MNEMBA ISLAND LODGE 

Ocupa una isla privada próxima a Zanzíbar. Mnamba es uno de los resorts más exclusivos del planeta. Dispone de una decena de cabañas escondidas en distintos lugares de la propiedad junto a una impresionante playa de arena blanca. Desde la propia cama se disfrutas de vistas increíbles. Las cabañas están construidas con materiales naturales y los métodos: sin renunciar a nineco_resort_lujoguna comodidad bien podría ser la cabaña de Robinson Crusoe.

En Mnemba Island Lodge todos los servicios y actividades están incluidos. El buceo, snorkel, kayak, la pesca y windsurf. El resort destaca por la calidad de su servicio y la extraordinaria disposición de su personal.

SAL SALIS 

En el extremo occidental de Australia –junto a las dunas del Cape Range National Park–, Sal Salis propone una vivencia natural, intensa en deporte, gastronomía y descanso sobre la arena de la playa. La experiencia consiste en un safari que combina la vida natural en el entorno salvaje del Parque Nacional y las sofisticadas propuestas culinarias del chef Peter Evans. Cada día, los huéspedes pescan su propia cena, en compañía de Evans. Tras la cena, el espectáculo lo pondrá el cielo (es conocida por ser uno de los mejores lugares para ver la Via Láctea). Echado en una hamaca, junto a la tienda –o en compañía un guía que señalará las constelaciones–, podrá disfrutar de una inolvidable digestión en compañía de millones de estrellas.

Se descansa en tiendas de lujo, perfectamente equipadas, en medio de la naturaleza, rodeadas de dunas de arena blanca y situadas junto a orillas del océano Índico. Se trata del nuevo estilo de “Wild Bush Luxury”, que aúna lo rústico y natural con la mejor calidad de instalaciones y servicios. Sábanas y toallas de algodón de la mejor calidad, instalaciones ecológicas, energía solar, jabones y champús de hierbas hechos en la zona y servicios que protegen el entorno del parque.

Se permite un máximo de 16 personas en total por safari, para que sea una experiencia tranquila en el interior del Western Australia’s Cape Range National Park.

PARROT CAY 

Una isla privada virgen, una playa salvaje y las villas más confortables definen este resort de las Islas Turcas y Caicos, que cuenta adicionalmente con la garantía de servicio de la cadena Como.

Parrot Cay es un isla privada ubicada en las caribeñas Islas Turcos y Caicos cuyo argumento principal es la privacidad y naturaleza salvaje de sus playas y la excelencia de sus suites y villas y de su servicio. Pero, para aquellos que se resisten a pasar el día tumbados al sol, el resort trata de adaptar al máximo la experiencia de su estancia con la organización de numerosas actividades para los huéspedes como el buceo, esquí acuático, la vela, el windsurf, el kayak, la pesca de altura, el crucero durante las puestas de sol o la visita a la historia a través de una antigua plantación vecina. En el spa del resort podrán recibir, también, tratamientos holísticos de inspiración asiática, con la firma de Como Shambala, el resort bandera del grupo en Singapur.

THE BRANDO 

En esta la isla paradisíaca de la Polinesia Francesa, adquirida por Marlon Brando en 1965, Beachcomber Pacific Group levantó 35 villas aisladas con sus correspondientes piscinas privadas (además de dos restaurantes, un spa, un huerto ecológico, una pista de tenis, biblioteca y un centro de investigación del medio ambiente). Las actividades que pueden realizar los huéspedes de The Brando son las habituales de este tipo de resorts (snorkel, kayak, pádel surf, los paseos por el litoral de los islotes o por la selva interior a pie o en bicicleta –las hay disponibles en cada villa–, el picnic en una playa completamente desierta, la exploración de la fauna y la flora, la compra de perlas de Thaití en la tienda del hotel, los tratamientos en el Spa o –simplemente– el ‘più dolce far niente’ en la propia villa.

Hay dos notables diferencias en comparación con la gran mayoría de resorts. Por un lado, la completa privacidad; sólo está permitido el acceso al atolón a los huéspedes y la disposición de las villas y el amplísimo terreno disponible en sus 6 km² permite encontrar rincones –en islotes aislados como Tahuna Iti y Tahuna Rahi– en los que es muy poco probable que puedan coincidir varios de ellos. La otra gran diferencia es su belleza natural y su riqueza ecológica.

Por Rafael Rossy