El protocolo para poner una mesa correctamente –con la servilleta, los platos, cada uno de los cubiertos y las copas en su lugar adecuado– es sencillo. Lo difícil es poner una mesa que enamore a los comensales.

 

La cubertería de la mesa medieval se limitaba a las cucharas y cuchillos. El tenedor no llegaría hasta el renacimiento. Los nobles comensales comían con las manos, salvo los potajes en los que se usaba la cuchara. A pesar de aparente simpleza de las normas de conducta en la mesa, las vajillas decoradas con oro y plata eran ya, en aquellos tiempos, extraordinariamente sofisticadas y valiosas. Eran también sobresalientes en su número tanto por la cantidad de comensales como la de platos por servicio. La vajilla de Luis de Anjou, por ejemplo, se componía de 3.000 piezas. En el conocido como ‘el banquete del faisán’, celebrado por el duque de Borgoña, Felipe el Bueno, en su palacio de Lille en 1454, el número servido de platos llegó a 44.

Afortunadamente, hoy en día no será nunca necesario llegar a esos extremos, por lo que sorprender a los invitados con una mesa impecablemente decorada con las mejores vajillas, copas y cuberterías, será relativamente asumible y muy a menudo requerirá más gusto que presupuesto, aunque siempre se tendrán mayores garantías de éxito si se cuenta con el saber hacer de casas como éstas:

 

La vajilla

Fundada en 1824, Vista Alegre fue la primera unidad industrial dedicada a la producción de la porcelana en Portugal. Hoy, la calidad, la innovación y el diseño convierten a Vista Alegre en una de los principales estandartes portugueses del lujo a nivel mundial. Vista Alegre produce porcelana de mesa, decorativa, giftware y hotelware, vidrio y cristal de alta calidad, y también cuchillería.

La francesa Bernardaud es una empresa familiar constituida en 1863 que representa la quintaesencia de la porcelana de Limoges. Desde 2012, Michel Bernardaud, Presidente de Bernardaud, preside el Comité Colbert.  Desde reediciones de la Laiterie de Rambouillet, creada para la Reina María Antonieta en 1787 a los diseños más contemporáneos continúan asociando a la marca al pináculo del lujo francés. Perteneciente también al Comité Colbert, Gien produce desde 1847 vajillas a medida, personalizadas con el escudo de armas de conocidas familias aristocráticas de Europa. El mayor fabricante de vajilas de porcelana del país galo es Porcelaines Philippe Deshoulières-Lafarge, cuyos orígenes se remontan a 1799 (fábrica de Foëcy) y 1826 (cerámica de Chauvigny).

Royal Doulton empezó a operar en 1815 en Vauxhall, Londres, y en 1882 abrió una fábrica en Burslem, Stoke-on-Trent, en el centro de la cerámica inglesa. Fundada en 1895 como Josiah Wedgwood & Sons Ltd, es un fabricante de porcelana fina, porcelana y accesorios de lujo que fue fundada el 1 de mayo de 1759 por el alfarero y empresario inglés Josiah Wedgwood. Cada tradicional pieza de cerámica de la también británica Burleigh, es meticulosmente terminada a mano desde 1889.

Rosenthal es un manufacturero alemán de vajillas porcelana fundado en 1879 pero que fue adquirido en 2009 por el  grupo Italiano Sambonet Paderno Industrie.

Royal Copenhagen, oficialmente la Royal Porcelain Factory, es un fabricante danés de productos de porcelana. Fue fundada en 1775 bajo la protección de la reina danesa Juliane Marie.

Noritake es una manufactura japonesa fundada en 1876 por el barón Ichizaemon Morimura IV fabrica desde hace 140 años vajillas de porcelana clásicas y legantes. Hoy, además de platos, opera en el sector tecnológico de la porcelana dental.

Algunas casas de prestigio y del mundo de la moda han querido asociar su marca a la buena mesa con la producción de colecciones de vajillas de cerámica, como Hermés, Ralph Lauren, Stefano Ricci, Versace, o Armani.

Quienes busquen una vajilla plenamente moderna deberían acudir Fornasetti y a la Laboratorio Paravicini en Milán, a la casa fiorentina Richard Ginori –fundada en 1735, pero que junto a las tradiciones ofrece colecciones plenamente contemporáneas–, o a Hering Berlin, en la capital alemana, la empresa de Stefanie Hering cuyas porcelanas sirven los platos de muchos grandes restaurantes en Europa.

En España se encuentra Luesma & Vega, un estudio de diseño y producción especializado en vajillas para la gastronomía de vanguardia, cuyas creaciones sirven los platos del Celler de Can Roca, de Diverxo, de Mugaritz, de Albert Adrià, Paco Pérez y Hideki Matsuhisa, entre otros.

 

Cubertería

Aunque produce también una vajilla de primer nivel, Christofle es particularmente conocida por su extraordinaria cubertería (exccepcional ejemplo es la ilustrada en la página 81). Fundada en París en 1830 por Charles Christofle fue pionera en la introducción de la construcción electrolítica y el enchapado de plata en Francia en 1842. Particularmente famoso es su huevo Mood, que contiene seis juegos de cubiertos.

Otras casas de interés en cubertería son la portuguesa Cutipol, los franceses Puiforcat y Laguiole, la denesa Georg Jensen y la italiana Alessi.

 

Cristalería

Saint-Louis es una filial francesa del grupo Hermès fundada. Es el fabricante de vidrio más antiguo de Francia, con raíces que datan de 1586, y el primer fabricante de vidrio en Europa continental. Otras casas francesas de cristalería de lujo archireputadas son las francersas Baccarat y Lalique, las checa Moser y la ya citada portuguesa Vista Alegre.

No obstante, cuando se trata de tomar vino nada hay mejor que las copas de empresas especializadas como las austríacas Riedel y Zalto Glass Manufactory, las alemanas Spiegelau y Zwiesel, y la italiana Bormioli Rocco seguidora de la larga tradición de Murano.

 

Por Rafael Rossy

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