Hay varias cosas que el sistema de la moda lleva cierto tiempo dando por acabadas. Entre ellas, las revistas de moda y las tiendas multimarca. También las semanas de la moda y los desfiles, pero esa es otra conversación. En más de un aspecto, las cabeceras especializadas y las tiendas se parecen. Como un editor de moda, el responsable de un comercio multimarca conoce en profundidad lo que ocurre en cada momento y lo refleja y captura a través de una selección que contiene un punto de vista, pero que también ejerce como resumen de su tiempo.

Para el cliente fiel, la excitación de peregrinar a su tienda favorita en el arranque de una temporada se parece bastante a la de pasar las páginas de un número de septiembre (ahora, scroll). La promesa de nuevas ideas y la vocación de descubrimiento están presentes en esas prendas y en la vida que al cliente le espera de su mano.

Los escaparates funcionan como portadas; los dependientes, como estilistas. Pero, además, las tiendas son ahora espacios de oportunidad para las marcas emergentes y lugares seguros para los que vivimos saturados de información y de opciones.

El diálogo entre tiendas y medios ha sido tan estrecho que las primeras han creado sus propias publicaciones y contenidos, tanto impresas como digitales. En algunos casos, con resultados francamente interesantes. Y tanto unas como otras se enfrentan al reto de adaptarse a un mundo, una sociedad y una industria en profunda transformación en la que los algoritmos y la tecnología nos ofrecen tanta comodidad como despersonalización.

Hay algo único y romántico en la sensación de estar en un probador frente a una selección prometedora de ropa y complementos.

Algunos locales y cabeceras cierran, es cierto. Otros se transforman con ediciones y versiones digitales y adaptando su lenguaje a nuevos canales y soportes. El mundo cambia para todos. Pero acaso sea más importante que nunca preservar el espíritu y el carácter de las tiendas multimarca, con su oferta transversal, inclusiva y diversa y el imprescindible espacio para la mezcla y la sorpresa. Quién no desea lugares en los que una realidad cada vez más atestada y confusa se presente de una manera ordenada bajo un punto de vista coherente y relevante. Así en las revistas como en las tiendas y así en la moda como en la vida.

Artículo Eugenia de la Torrente, periodista de moda.

Extraído del libro Santa Eulalia 180 Años de Moda a la venta en nuestra web