«Cuando veo prendas bonitas, siento el deseo de quedármelas, de preservarlas… la ropa, como la arquitectura y el arte, refleja una era.» –Azzedine Alaïa.
Azzedine Alaïa ha sido definido por muchos como el escultor que modela figuras humanas, un genio creador que con sus vestidos ha desafiado el paso del tiempo. El maestro Alaïa fue siempre un modisto entregado, un amante incondicional de la moda de mujer y un gran perfeccionista. Un gran couturier que supo manejar la aguja con la precisión de un cirujano y del cual se dice que reinventó la silueta femenina y marcó la estética de los años 80.
Tunecino de nacimiento, comenzó trabajando como asistente de modistos antes incluso de graduarse y pronto empezó a recibir sus primeros encargos de parte de clientas enamoradas de su visión y su habilidad para potenciar la belleza del cuerpo femenino. A finales de los 50 decide trasladarse al epicentro de la moda, París, donde empezó a trabajar para grandes casas como Christian Dior, Guy Laroche y Thierry Mugler.
En la década de los 70 abre un pequeño atelier en el barrio de Le Marais, en el que casi en la intimidad empieza a confeccionar diseños para la créme de la créme de la sociedad parisina. Su primera colección es presentada a principios de los años 80, compuesta por prendas realizadas en piel, uno de los materiales que mejor sabía trabajar, con un indiscutible toque sexy y siluetas que redefinían el cuerpo y a la vez lo transformaban.
Estilo propio
La maison Alaïa es una de las casas más complejas de la industria. Una casa que no se rige bajo las agendas ni los ritmos de las fashion week (de hecho, fue sacado del calendario oficial en 1992), y que presenta sus colecciones cuando considera que están listas, sin prisas ni presiones. Azzedine Alaïa siempre fue un duro crítico de la rapidez y la voracidad con la que el mercado de la moda se mueve.
«Yo entiendo este oficio de un modo distinto al del resto de casas.» confesó en una reciente entrevista. «Mi forma de crear se parece más al modelo antiguo, el de un couturier que coge las tijeras en su taller con su pequeño equipo de colaboradores».
Su talento extraordinario y el apetito insaciable de la moda por sus diseños hicieron que produjera algunas de las piezas más icónicas del mundo de la moda. Sus habilidades de corte y su capacidad de dominar siluetas imposibles, así como su pasión y carácter único, alérgico a la farándula y amante del arte y la belleza, han hecho a Alaïa popular durante décadas, siendo incluso en la actualidad, toda una inspiración para muchos. [:ca]