El estilo dandy ha acompañado al vestuario masculino desde que se empezó a hablar de ello en el siglo XVIII. Asociado al hombre elegante, bien vestido y con actitud, el concepto ha evolucionado al mismo tiempo que lo hacían las tendencias y la sociedad hasta llegar a un escenario completamente diferente. Para muchos esta redefinición ha llevado a pensar si realmente ha desaparecido la figura del dandy en la moda.
Comúnmente, el termino dandy se asocia a la sastrería clásica, al uso de sombreros y corbatas con un toque moderno. Sin embargo, el arquetipo va mucho más allá de lo estético. La idea se empezó a desarrollar en una época repleta de revoluciones, cambios e innovación para identificar a aquellos burgueses refinados, cultivados y con un estilo particular para la moda.
Lejos de asociar la vestimenta con el estilo clásico, el hombre que se vestía como un dandy lo hacia para romper con las reglas preestablecidas. En la época de la
revolución industrial, por ejemplo, el uso de pantalones, estampados o accesorios como los pañuelos o el bastón, les situaba en una posición disruptiva y les permitía demostrar su apuesta por la innovación y el progreso.
Con el inicio del siglo XX el estilo dandy, dominado por el uso del traje de sastrería, chaqués y el frac, evolucionó. Desde la Belle Epoque y su ostentosidad, la influencia de los conflictos bélicos o la liberación de los 60 fue modificando tanto la silueta como el uso de colores y estampados. Paralelamente, el imaginario del cine y los continuos avances permitió al hombre introducir también la moda ‘casual’ que formaron una nueva manera de vestir jamás vista.
Esta variedad de opciones ha diluido la imagen del dandy, reduciendo sus características al hombre que viste de traje. Al mismo tiempo, la ropa deportiva y el estilo formal se ha apoderado con fuerza de las tendencias del día a día. Además, el hip hop de los 90 y las tribus urbanas, la irrupción del streetwear y la reciente experimentación de los códigos de vestimenta relegó al dandy en un segundo plano.
En la actualidad podemos encontrar una redefinición del concepto de dandy según sus objetivos. El hombre no solo viste de traje sino que también se atreve con nuevas fórmulas y experimenta. Timothée Chalamet, Jared Leto o Harry Styles son ejemplo de ello, un equivalente al dandy clásico que rompe con las normas y empuja la moda masculina hacia nuevos horizontes.
Por Ferran Farled