Imagen Portada: Timothee-chalamet.net
La moda de hombre se está reinventando y se acerca a un escenario más libre, transformando los códigos que definen la masculinidad. Lejos de la imagen del hombre clásico vestido de traje, esta ha evolucionado hacia el color, la asimetría y el uso de accesorios. Además, el cambio viene acompañado de nuevos referentes que marcan las directrices. Hoy analizamos el estilo de Timothée Chalamet, el nuevo icono millennial.
El actor debutó en la gran pantalla en 2014 y obtuvo su primer éxito ese mismo año. En aquella época ya demostraba tener un particular estilo de vestir en el que renegaba del traje negro a favor de otras tonalidades más vivas. Con el tiempo su estilo se fue sofisticando y, a medida que ganaba atención mediática, sus looks eran más extremados.
Con ‘‘Call Me By Your Name’’ Chalamet ya pudo dar rienda suelta a su creatividad. En las alfombras rojas empezó a experimentar con polos de punto y transparencias, piezas con flores estampadas… hasta llegar a su icónico traje que llevó en los Globos de Oro de 2019. Obra del diseñador Virgil Abloh para Louis Vuitton, el conjunto estaba protagonizado por un arnés de lentejuelas en negro y que combinaba con el resto de piezas de sastrería en la misma tonalidad.
Como si de una declaración de intenciones se tratara, Chalamet marcó el inicio de un nuevo camino. Más allá de sorprender a la audiencia, y ganar el respeto de la crítica especializada, el actor mostró nuevos códigos para el vestuario masculino, combinaciones que antes quedaban fuera de la etiqueta propia de estos eventos.
Aunque podemos encontrar infinidad de propuestas, desde un traje satinado de Alexander McQueen u otro modelo con fajín hasta la reciente americana con incrustaciones que llevó en los Oscar, Chalamet siempre sigue una única fórmula. La clave se encuentra en la elección de trajes que se alejan de la idea clásica, como el negro, el marino o los estampados de cuadros, para apostar por los diseños más extremos.
Actualmente encontramos una amplia variedad de firmas que apuestan por esta imagen del hombre moderno. Por un lado, los trajes de Tom Ford evocan al desenfreno de los ochenta mediante el uso del color y Valentino adquiere una posición más romántica con bordados, transparencias y juegos de volúmenes. Por otro lado, Saint Laurent y el universo de Anthony Vaccarello recupera el mundo rockero donde el hombre combina trajes con pedrería, lentejuelas y pantalones pitillo.
Fuente imágenes: @tchalamet
Por Ferran Farled