La moda masculina está viviendo un cambio. La existencia -y crecimiento- de un público que se preocupa cada vez más por la calidad de las prendas que adquiere, ha permitido el nacimiento de marcas que ofrezcan cubrir esas nuevas necesidades.

Hemos tenido la oportunidad de hablar con Fernando García de la Calera, diseñador de The Concrete, firma madrileña experta en sastrería denim y que a partir de este mes estará disponible en Santa Eulalia en uno de nuestros más recientes pop-ups.

La calidad inigualable de los tejidos con los que García de la Calera elabora sus diseños es uno de los mayores reclamos de la marca, poniendo especial atención a los detalles y a ofrecer un producto de calidad única a sus clientes. La personalización de sus prendas permite crear prendas exclusivas, aportando esa tan deseada diferenciación. Con una buena sensación sobre el futuro, Santa Eulalia es la antesala en la que The Concrete se presenta antes de aventurarse a recorrer el mundo y probar nuevos mercados.

– ¿Cómo surge la idea de este nuevo concepto de sastrería denim que es The Concrete?

Es una evolución de mi trabajo. Empecé con la marca en 2007, con tan solo 24 años y mis inquietudes eran diseñar prendas adaptadas a mi estilo de vida enfocado en el skateboard, tratando de cubrir una necesidad, donde el vaquero era la prenda a llevar todos los días, cómoda resistente y con estilo.

En mi afán personal por explorar y obtener conocimiento y control sobre las prendas, no me bastaba con diseñar. Compaginé el trabajo con el aprendizaje de sastrería clásica en 2009 y 2010, lo que me llevó de manera orgánica a abrir mi tienda en el centro de Madrid con el concepto de “Rugged tailoring” o sastrería informal, donde la técnica tradicional y el trabajo a medida se unían con tejidos, normalmente asociados al Workwear, de algodón, lana o lino, como el denim japonés, chambray americano, o mezclas de algodón y lana de Inglaterra.

– ¿Cuáles cree que son los puntos fuertes de una marca o un proyecto como el suyo?

Creo que la moda masculina ha tenido un boom en los últimos años, pero suele reiterar en conceptos pasados sin apenas innovar. Es ahora donde veo acercamiento hacia una forma de vestir elegante, (la elegancia la da también la calidad de tejidos y confección), pero más natural, sin necesidad de ir de traje clásico de lana fría, mezclando tejidos y conceptos de extremos opuestos. Lo difícil es no caer en la extravagancia y mantener un buen diseño acorde a la época que nos toca vivir.

– ¿Cómo consigue que una colección basada en un tejido tan básico como el denim se pueda convertir en todo un éxito?

Precisamente se trata de cubrir necesidades de una manera estética y actual, obviando muchas veces reminiscencias de lo establecido y que parecen pilares inamovibles pero que no es así. Pasa que los cambios los aceptamos poco a poco y en su debido momento.

– Sus piezas están hechas como mucho mimo, calidad y los mejores materiales naturales ¿Considera que el trabajo artesano está mejor valorado ahora que antes?

Claramente hay un sector muy aburrido del boom de la marca y el logotipo, y concienciado con un diseño funcional y que se adapta a su estilo de vida más que al que le han vendido en una campaña, pagando ahora más por la calidad de un tejido o de la confección. Creo que el hombre ahora se siente más seguro y trata de marcar su personalidad con su estilismo, tratando de que las prendas que lleve sean duraderas, más que una moda pasajera y de poca calidad. Cada pieza hecha artesanalmente es una inversión a largo plazo y que, como antes, se siente la satisfacción y el orgullo de la mano de obra del sastre, a veces llevándolo a la posición de artista, y se le da importancia a la firma oculta tras la solapa de quien lo ha hecho antes de la firma visible de quien tan solo puso un concepto de marketing sobre la mesa.

– ¿Cuál es el concepto que hay detrás de la Pop Up de The Concrete para Santa Eulalia?

Como digo siempre, diseño pensando en necesidades, muchas veces estéticas, pero necesidades. Tras adquirir mi propia Harley Davidson, me di cuenta que hacer chaquetas de moto funcionales a la vez que estéticas era todo un acierto. Los tejidos son artesanales, algunos italianos y otros encontrados en España. Los tejidos italianos son de una industria familiar de Milán llamada Candiani que ahora hace los mejores tejidos denim del mundo, y que aseguran un envejecimiento muy bueno. Otros tejidos son dead stock de antiguos fabricantes españoles como Hilaturas San Antonio (Pais Vasco) que se dedicaban a la ropa de trabajo. Así se asegura la durabilidad y la exclusividad al mismo tiempo.

Las prendas están hechas artesanalmente por mí y por un equipo reducido de costureras. Los detalles de apliques metálicos están hechos por la fundición artesanal de Valtorón, donde además de trabajos para conocidos escultores realizan estas preciosas motos de manera totalmente artesanal.

– Y para finalizar, ¿nos podría contar algo sobre sus proyectos futuros?

Tras cinco años trabajando en mi taller de sastrería de Madrid, exclusivamente a medida de los clientes, y en ese afán que comentaba al principio de querer explorar, Santa Eulalia es el punto de partida para mostrar mis diseños fuera del territorio nacional. También empiezo una serie de Trunk Shows en colaboración con tiendas y showrooms de todo el mundo, así como la intención de aprovechar estos viajes para seguir buscando tejidos artesanales, exclusivos, diferentes y funcionales.